Fragilidad Amazónica

Un estudio recién publicado en Nature confirmó que la combinación de la deforestación, la agricultura y el cambio climático están debilitando al ecosistema amazónico, conllevando potencialmente a la pérdida de sus capacidades de retención de dióxido de carbono y generación de lluvias.El bosque amazónico afecta las lluvias tanto en el sur de Brasil como en Argentina, Paraguay y Uruguay porque los vientos alisios, que vienen desde el Océano Atlántico al continente, arrastran humedad para el interior de América del Sur tropical, o sea, la Amazonia y el noreste de Brasil. Además de la humedad que viene del Atlántico, la vegetación amazónica también contribuye humedad a través de un proceso de evapotranspiración, como se denomina a la evaporación de los ríos unida a la transpiración de las plantas.En la Amazonia se juntan millones y millones de árboles que realizan fotosíntesis pero también transpiran, liberando vapor de agua.Lo que sucede con todo ese vapor de agua es crucial.

Esta humedad es transportada por los vientos en dirección a los Andes, que la desvía hacia la región sureste de América del Sur. O sea que parte de la lluvia que se produce en la cuenca del Río de la Plata incluyendo el sur de Brasil de hecho viene de la Amazonia.Si no estuviera el bosque amazónico llegaría menos humedad al sur, de forma que Paraguay, Uruguay, parte de Argentina y el sur de Brasil en parte deben su lluvia a la contribución de la Amazonia.En el planeta tenemos tres regiones que se comportan como si fuesen motores de un mismo sistema, que impulsan los vientos y la humedad alrededor del mundo: la Amazonia, el oeste de África que también tiene bosques tropicales y mucho calor, y el sudeste de Asia.Si el bosque (Amazonia) fuese más seco, sería como apagar uno de los motores. Los cambios en los patrones de lluvias no solo ocurrirían en la región sino en todo el mundo.

Puede pasar que las lluvias de un mes se acumulen en un día, tendríamos lluvias muy intensas y luego períodos secos muy intensos.En Brasil, el sector agropecuario es el principal motor de la economía exportadora y un 70% de la electricidad en Brasil es producida por represas.La actual cooperación militar de espacio aéreo entre Brasil y Colombia o la cooperación sudamericana para inversiones en infraestructura son ejemplos de acciones prioritarias que los Estados considerarían para combatir la deforestación, si comprendieran algo que los científicos ya entienden: que la Amazonia es un sistema crítico de producción de agua no sólo para Brasil. Otra dimensión es la seguridad financiera porque en última instancia si hay sequías más recurrentes con impacto en la agricultura eso va a afectar especialmente a las compañías aseguradoras.El impacto a largo plazo es irreversible, pero los políticos muchas veces quieren resolver el problema de alimentos ahora y el año próximo.



Opinion personal:
Opino que esta noticia es muy importante ya que la deforestacion es algo muy dañino para nuestro ecosistema. Deberiamos tomar conciencia sobre el daño que estamos causandole a nuestro planeta y a nosotros mismos. Si cambiaramos algunos habitos podriamos mejorar la situacion.

http://www.elnuevodia.com/fragilidadamazonica-1175572.html